Gestión de las Altas Capacidades y el Talento

ESPACIO ARMÓNICO QUE FAVORECE EL QUE EMERJA EL TALENTO

Esta sería, en esencia, la definición de ESCUELA.

Y ¿Qué talento se debería favorecer en las aulas? Para mí y para otros muchos, TODOS LOS TALENTOS DE CUALQUIER ALUMNO.

Esto supone determinar las potencialidades de cada alumno, desde la más temprana edad y responder a cada uno según sus necesidades, porque cualquier talento manifiesto, necesita de una respuesta específica.

Es en los niños y jóvenes de altas capacidades, en los que se hace imprescindible esta atención personalizada. No siempre el rendimiento del alumno coincide con su potencial o capacidad, por eso hay que atender a las necesidades específicas de cada uno, para que sus talentos no se pierdan.

Cuando la escuela confunde capacidad con talento o potencial con rendimiento, está dejando de visualizar  si el alumno es capaz de llegar a… o de rendir hasta… y entonces es cuando perdemos la oportunidad de que realmente llegue a ser un  alumno con altas capacidades.

Con una adecuada atención,  estimulación y respeto, las capacidades y los talentos afloran y crecen.

La mirada de un educador formado en Altas Capacidades y gestión del Talento, pone siempre en duda que sus alumnos no son “todos” potencialmente talentosos y que para que brillen con luz propia hay que hacerles emerger y hay que potenciarles y educarles desde la libertad, la confianza y la fe en ellos.

La inmensa mayoría del potencial y del talento de niños y jóvenes españoles están sin identificar y mucho menos sin atender, en las condiciones necesarias, para que no languidezca y mueran engordando las cifras de fracaso y de abandono escolar en España.

BREVE RESEÑA PARA LA IDENTIFICACIÓN DE NIÑOS Y JÓVENES QUE TIENEN ALTAS CAPACIADADES INTELECTUALES:

Muestran precozmente un nivel elevado de desarrollo del lenguaje y capacidad verbal; tienen un vocabulario extenso; son lectores precoces y ávidos.

Tienen una capacidad inusual para el procesamiento de la información; aprenden con rapidez

Se mantienen siempre alerta; son muy observadores.

Muestran una gran curiosidad;  hacen preguntas sobre cualquier cosa; tienen intereses muy variados y son inquisitivos en sus interrogatorios.

Destacan por su capacidad de reconocer  e integrar ideas de diversas disciplinas; razonan siempre sus respuestas; comprenden el significado de las cosas y hacen asociaciones lógicas.

Sintetizan cualquier problema de manera razonada y comprehensiva.

Son selectivos y sensibles ante la injusticia y la falta de coherencia.

Según lo expuesto, es labor de padres y educadores la identificación de estos niños, el respeto absoluto a la esencia de cada uno, el nivel de compromiso y de  respuesta que necesitan y la reivindicación de ser atendidos dentro del sistema y en  horario escolar.

Mª Dolores González Valverde